La independencia financiera no está relacionada con la capacidad de trabajo o el sueldo, sino con una mentalidad concentrada en a generar riqueza. He aquí un plan completo para ejercer realmente el control de su dinero y no dejar que el dinero lo controle a usted. ¿Por qué un millonario es millonario? ¿Por lo que gana o por lo que hace con el dinero que gana? ¿Cómo pasa alguien de ser pobre a rico? ¿Cómo reacciona usted cuando recibe dinero? ¿Qué hace con él? Culturalmente somos máquinas anhelantes, llenas de necesidades a satisfacer como norma de conducta compulsiva, estimulados por la sociedad que alienta el deseo impulsivo del consumo y reconoce a la persona que exhibe ostentosamente el gasto como un individuo exitoso y acaudalado, por lo tanto digno de respeto. La ideología común es ver el dinero como un artículo cuyo único uso es gastar, por lo mismo no importa cuánto dinero ganemos, nunca será suficiente si no se ve como instrumento de inversión. La mayoría de la gente no es rica porque compra cosas sin rentabilidad o valor de reventa, sólo para resolver caprichos inmediatos que se confunden con necesidades. La gente sin Mentalidad millonaria suele conseguir dinero sin saber como utilizarlo, incluso llega al extremo de trabajar por dinero que ya no le pertenece, lo tienen adeudado o ya saben en que lo van a gastar antes de obtenerlo. Esto se debe a al surgimiento de la sociedad de consumo y sus paradigmas financieros enfocados a no invertir, que nos hacen creer que la única función del dinero es comprar cosas, no generar riqueza. Contrario a la imagen de la riqueza convencional que se mide por ostentación y lujo, en realidad la persona rica es aquella que puede dejar de trabajar y aun así tener ingresos que le permitan mantener su nivel de vida. Por ejemplo, si un individuo gana 100,000 pesos al mes, pero sus gastos suman más que eso, entonces lejos de ser rico, es pobre. Se ha esclavizado y no puede dejar de trabajar, incluso ganar más dinero no resolverá su problema porque éste proviene de una ideología equivocada. El autor explica que la respuesta no está en cómo ganar más dinero —sólo acumularía más deudas— sino en aprender cómo funciona el dinero, romper con el impulso de gastar y desarrollar la habilidad de invertir. Un libro similar en estructura y formato a El arte de dirigirse y dirigir, con resúmenes de cada capítulo, puntos importantes, tareas a realizar cada semana y cuestionarios. Un libro completamente práctico e incluyente para el lector, que en este proyecto incorpora gráficas y fotografías que servirán para ilustrar el tema y harán más divertida la lectura, además la formación mucho más dinámica.