Door-to-door lotion salesman Bunny Munro spends his days tending to the moisturizing and sexual needs of the housewives of England’s southern coast. When his own wife commits suicide, though, a guilt-racked Bunny packs up the car and his son—nine year old Bunny Jr.—and hits the road one last time. While Bunny Sr. traffics his wares and looks to satiate his unrelenting appetites, Bunny Jr. waits in the car, talking to the ghost of his dead mother and observing his father’s downward spiral. Hounded by jealous husbands, his pressing lust, the ghostly reproaches of his deceased wife, and a serial killer dressed up as Satan, Bunny Munro is a wreck. Worst of all, though, is that he is going to die—and Bunny knows it. Bunny Munro, un vendedor a domicilio de loción, pasa los días ocupándose de las necesidades hidratantes y sexuales de las amas de casa de la costa meridional inglesa. Viéndose a la deriva tras el suicidio de su mujer, sin embargo, Bunny se lía la manta a la cabeza y sale por última vez a la carretera con su hijo de nueve años a cuestas. Mientras el adulto farolea de puerta en puerta despachando su mercancía y tratando de complacer su inagotable apetito, el niño aguarda en el coche conversando con el espectro de su madre y contemplando la progresiva autodemolición de su padre. Acosado por maridos celosos, por su apremiante lascivia, por los reproches de la fallecida esposa y un asesino en serie disfrazado de Satanás, Bunny Munro es un hombre hundido. Lo peor es que va a morir—y Bunny lo presiente.