Durante el transcurso de los años en que me he desempeñado como docente, he entendido que el profesor debe ser un investigador y como tal no basta con informarse sobre un tema y agregar valor para su uso personal, sino que debe comunicar lo aprendido, de manera que sus pesquisas y sus resultados sean accesibles a sus alumnos; esta comunicación no es opcional, es un componente central del quehacer del Maestro.El presente libro es fruto de la experiencia como docente y por ello lo dedicoa mis estudiantes quienes me animaron a plasmar en estas páginas toda una serie de concepciones teóricas e incluso aspectos prácticos en un campo tan vasto, importante y útil como es la disciplina de los suelos.Estudiar los suelos no es solo cuestión de describir sus atributos y encontrar a través de ellos características que permiten agruparlos; es analizarlos en detalle a la luz de teorías valederas, algunas de las cuales datan de las épocas del nacimiento de la Edafología, que aún siguen vigentes.La idea con este libro, entonces, va más allá de propiciar el aprendizaje memorístico de un acerbo de teorías y conceptos sobre la ciencia del suelo.